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5ª Edición / 246 págs. / Rústica / Castellano / Libro
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La regulación económica puede definirse, desde una perspectiva técnico-jurídica, como la actividad de la Administración consistente en el control continuo de un mercado mediante la imposición a sus operadores de obligaciones jurídicas proporcionales a objetivos de interés general objetivamente determinados, según valoración que en un ámbito de extraordinaria discrecionalidad realiza la Administración.
Las técnicas de regulación se han desarrollado en los mercados de telecomunicaciones, energía y transporte, pero se están ahora extendiendo a las plataformas digitales (Google, Amazon, Facebook, etc.), las nuevas industrias en red, para atajar fallos de mercado derivados de los efectos de red, de forma similar a como se viene haciendo en las industrias en red tradicionales.
La extraordinaria discrecionalidad que caracteriza la regulación recomienda extremar los tradicionales controles y garantías. Destaca en primer lugar la relevancia de la garantía institucional, en forma de regulador independiente, con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia a la cabeza. Igualmente relevante es el reforzamiento del control jurisdiccional mediante un control más riguroso de la proporcionalidad de la actividad de regulación. Finalmente, parece razonable incrementar las garantías procedimentales, a partir de la experiencia norteamericana.