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La justicia no es ningún cachondeo. Al contrario, es seria y respetable. Pero en su ejercicio diario se comente sonoros errores. O se toman decisiones importantes que, sin ser disparatadas, son incomprendidas. Los dislates e incomprensiones, y sus protagonistas -nuestros queridos jueces y magistrados-, protagonizan las páginas de esta antología del disparate judicial. Los autores divierten, acercan el lenguaje jurídico al ciudadano y someten a crítica a una institución fundamental para todos. ¿Por qué pide un juez sevillano el indulto de un padre al que acaba de condenar por violar a su hijo menor? ¿Cómo es posible que el Tribunal Supremo anule la condena de 48 años a un acusado de participar en la violación de una mujer en Melilla y lo absuelva porque se limitó a observar el suceso? ¿Qué movió a unos magistrados de Cataluña a considerar que no hubo ensañamiento en la muerte de una mujer que recibió 70 puñaladas? En respuesta a estas y muchas preguntas más, Quico Tomás Valiente y paco Pardo, periodistas curtidos en información de tribunales, exploran con objetividad e ironía los casos que han alterado la realidad judicial española. Un libro crítico e implacable que explica cómo se las gastan nuestros jueces en cuestión de sexo, drogas y situaciones de la vida misma que están más allá de la realidad, como el Juez de Granada que "juzgó" a Jesucristo, la sentencia que reveló la verdadera edad de Lola Flores o los delirios del lenguaje de sus señorías, incluido el incidente de Ruiz Polanco con el ETARRA al que amenazó con darle dos hostias.