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Las redes sociales se están convirtiendo no sólo en la mayor tienda del mundo, sino también en el lugar en el que más amigos y conocidos nos pueden recomendar o desaconsejar comprar un producto. La falta de experiencias claras sobre cómo convertir las redes sociales en un nuevo canal de ventas está provocando cierto nerviosismo sobre el recorrido real de Facebook y el resto de redes sociales en cuanto a generadores de nuevos negocios y ventas. Pero, cada vez es más compartido aquello de que el comercio electrónico será social o no será. Cómo convertir un me gusta en una compra detalla las estrategias básicas para gestionar estas nuevas macrotiendas globales en las que el éxito depende únicamente de seducir al consumidor y convencerlo para que publicite, gratuitamente, nuestra marca. Nadie puede poner en duda que las redes sociales están transformando la manera cómo descubrimos nuevos productos, cómo pedimos recomendaciones y consejos a amigos y conocidos y cómo nos dejamos influenciar. Como seres sociales que somos, también nos comportamos como compradores sociales. Lo que digan u opinen los demás nos importa, y mucho. Tanto es así que a la mayoría nos sería imposible imaginarnos internet sin sites como Facebook, Twitter o Foursquare. La velocidad y contundencia de cómo han cambiado la manera como nos comunicamos y compartimos información ha sido realmente sorprendente. Las empresas lo han entendido y en los últimos años sólo se habla de social media en los departamentos de marketing. Pero, ¿están para invadir comercialmente estas nuevas plazas digitales? Este libro recorre y disecciona las principales redes sociales que impulsan el auge del comercio electrónico y vislumbra las claves sobre cómo manejar a los potenciales clientes en cada uno de los distintos entornos. Persuadir a un usuario de Facebook para que pulse el botón «Me gusta» y atraer la atención de millones de consumidores con la inmediatez de un tuit son fórmulas que se basan en mecanismos absolutamente distintos. En la complejidad del social commerce cada marca debe gestionar todas estas estrategias de forma única pero coordinada.