Cuentos a los cuarenta

Cuarenta años: la edad en la que uno ya no puede seguir prometiéndose que cuando sea mayor hará esto o aquello... La edad en que debe aceptar que la verdadera vida es ésta, la de todos los días, con su mediocridad a cuestas... La edad, entonces, en que los caminos se bifurcan: de un lado la realidad, del otro los sueños. Y cuanta más limitación y renuncia en el lado de acá, más desaforada, disparatada, gozosa la libertad que sólo reina en el de allá.
Por estos cuentos se desfilan una joven empeñada en vivir su pasión pasando por el cadáver de quien sea, por ejemplo el de la esposa de su amante ("Las puertas"); una aspirante a escritora convencida de que, al contrario de otros, ella jamás prostituirá su arte ("La entrevista"); una loca inofensiva que quizá no es tan inofensiva ni tan loca ("La loca de la casa"); una secretaria cuyo reino no es de este mundo ("La oficina"); una maruja con trastienda ("La estación")... La atracción y conflicto entre los sexos, las ambiguas relaciones entre fantasía y cotidianeidad, y el contraste entre cómo se ve la vida entre juventud y en la madurez, están presentes también en los demás cuentos de este libro: "La visita", "La noche", "Las ventanas", y el más intenso, "El cielo".
Nueve relatos imaginativos, poéticos y humorísticos sobre jóvenes mayores, mujeres y hombres, realidad y fantasía.
Laura Freixas (Barcelona 1958) estudió Derecho por error; se licenció con una tesina sobre la revolucionaría y feminista rusa Alejandra Kolontai; escribió una novela de aventuras por encargo de un fabricante de licores; fue estudiante en París y profesora en remotas universidades inglesas. Creó la colección literaria "El espejo de tinta" y la antología Madres e hijas. Es autora de un libro de relatos (El asesino en la muñeca, 1998) y dos novelas: Último domingo en Londres (1997) y Entre amigas (Destino, 1998). Su último libro publicado es el ensayo Literatura y mujeres (Destino 2000)