El falo

Entre la reflexión erótica, casi pornográfica, y el apunte documental, con un pie en el dato y otro pie en el relato, he aquí un libro que baraja los géneros para completar unas páginas insólitas a propósito del falo, quizá el último gran tabú de la sociedad, de la cultura, incluso del sexo. Nos hallamos ante una abierta crónica de la lujuria, ante un viaje a las lejanías del placer, que lo mismo se sirve del spot publicitario que de los poemas de Quevedo, que lo mismo se asoma a las fotos de Robert Mapplethorpe que a las cabinas de un sex-shop. Herrera adopta el atrevimiento de los mejores libertinos de hoy y de siempre y visita para el lector alcobas de orgía, museos prohibidos o deshoras de burdeles, escribiendo con todo el cuerpo. «La mujer fálica», «Las fiestas del falo», «Los falos famosos», «El falo metafórico» o «Usos y abusos del falo» son algunos de los capítulos de este volumen llamado a provocar asombro, complicidad o acaso desconcierto. Nunca indiferencia.