¿Aún no tienes una cuenta? Crea una ahora y accede a tus listas favoritas, tu histórico de cuentas y muchas más cosas...
Pedidos y atención al cliente
TLF: 963 392 051 / FAX: 963 615 480
En papel: Entrega en 5-7 días |
|
|
Consultar disponibilidad en tiendas
Consultar disponibilidad en tiendasLos plazos estimados son para pedidos realizados antes de las 14:00h del viernes (salvo error o situaciones especiales: festivos, inventarios,etc).
|
||
*Promoción aplicable a direcciones de España (Peninsula y Baleares, NO Canarias), Andorra y Portugal. |
En este segundo volumen de la colección ?Leyes Políticas españolas. 1808-1978? se estudian y reproducen las normas que han regulado durante ese período los procesos electorales. También nos ocupamos de las instituciones a las que las normas sirven y de su fundamento doctrinal, tratando así de conectar normas, instituciones y doctrina con la sociedad en la que se han insertado y con el momento en el que surgieron, pues de otro modo no se comprenderían.
Si algo se puede concluir es que para entender el texto y el contexto electoral español del siglo XXI debemos saber cómo surgieron y se desarrollaron derechos como los de sufragio activo y pasivo, entramados organizativos como la administración electoral y el censo, o garantías al servicio de la expresión fiel de la voluntad popular como el sistema de votación y los controles electorales. Todo eso forma parte de un bagaje normativo e institucional que en algunos casos se remonta doscientos años atrás, a la Instrucción de 1 de enero de 1810.
Aquí presentamos la evolución del sistema electoral español a lo largo de su historia y cotejamos las previsiones normativas con el funcionamiento real de los procesos de selección de los llamados a ocupar los órganos de representación política. Aunque no todo fue corrupción durante ese período, se tardaron 167 años, desde 1810 hasta 1977, para que llegaran a confluir con armonía texto y contexto electoral y, en general, no por la mala calidad o las deficiencias de las disposiciones jurídicas, que también las hubo, sino, parafraseando a Adolfo Posada, porque el que efectivamente se vote, y que el voto sea verdad es obra de influencias sociales, pedagógicas, económicas y morales muy complejas.