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Desde el ámbito penal y criminológico viene indicándose en los últimos años una consolidación de una nueva «teoría del control», y un nuevo modelo de seguridad ciudadana, que se ha visto reflejado en el ámbito local con nuevas políticas municipales de «mano dura». La creación por parte de numerosos ayuntamientos españoles de ordenanzas cívicas y de convivencia con que intervenir ante conductas que, sin ser delictivas, provocan malestar en la comunidad (vandalismo, prostitución, botellón, etc.) no ha estado exenta de polémica en cuanto a su contenido y a su procedimiento sancionador. Nuevas formulas de gobernabilidad que tienen como objetivo preservar el espacio público, con objeto de que las personas puedan desarrollar sus actividades libremente, con pleno respeto a la dignidad, a los derechos de los demás y a la pluralidad. Una de las primeras ciudades en iniciar este camino hace años fue la de Guadalajara, que desde 2009, y tras varias modificaciones en su ordenanza de convivencia, ha desarrollado una política de tolerancia cero ante estas conductas; a fecha de hoy, tras más de diez años de su vigencia, resulta interesante realizar un análisis de los resultados obtenidos: tipología de las sanciones, datos sociodemográficos de los infractores, zonas de concentración de las conductas incívicas, etc., y con más motivo, con la experiencia de los comportamientos a que estamos asistiendo este último año, en el contexto de la pandemia. Entre otros aspectos innovadores de la norma, merece resaltarse la posibilidad de sustituir la sanción por Cursos de reciclaje o Trabajos en Beneficio de la Comunidad. Cabe destacar asimismo que la ordenanza de convivencia de la ciudad de Guadalajara ha servido de ejemplo para otras localidades, así como para la elaboración de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. En conclusión, el estudio nos permite analizar desde una perspectiva criminológica la evolución de un nuevo modelo de políticas públicas, que persigue el deseable equilibrio entre tolerancia cero y una mejor convivencia ciudadana.