¿Aún no tienes una cuenta? Crea una ahora y accede a tus listas favoritas, tu histórico de cuentas y muchas más cosas...
Pedidos y atención al cliente
TLF: 963 392 051 / FAX: 963 615 480
TEMBLORES DE AIRE En las fuentes del terror El ensayo Temblores de aire. En las fuentes del terror está escrito entre la voladura de los dos rascacielos neoyorkinos y el secuestro por un comando checheno de los asistentes a un teatro de Moscú. Asalto cuya conclusión -todavía se discute si los gases empleados eran enervantes, anestésicos o una mezcla inodora e incolora de ambos- parece la confirmación empírica de la fantasía profética de Haslinger, citada por Sloterdijk, cuando imagina en Opernball la Ópera de Viena convertida por unos criminales en una gran cámara de gas. Está escrito, igualmente, en la época de las ofensivas militares contra la autonomía de los palestinos y de los atentados suicidas. Poco antes, la guerra de Kosovo tuvo la forma de un intensivo bombardeo aéreo sobre Serbia. Y la intervención extranjera en Afganistán consistió sustantivamente en masivos bombardeos de alfombra sobre montañas de difícil acceso, hábitat y refugio de aquellos que se quería eliminar. Gran parte del ensayo está dedicado a mostrar la genealogía de la forma que ha adquirido el terror moderno a lo largo del pasado siglo, forma cuya explicitud progresiva convoca su apoteosis venidera. Sloterdijk señala el uso del gas clórico que hizo el ejército alemán frente a la infantería franco-canadiense el 22 de abril de 1915, en la célebre batalla de Yprés, como el momento inaugural del modelo atmoterrorista. A partir de esa escena se desarrolla todo un saber climatológico negro que no hará sino incrementar el conocimiento de las condiciones de vida del adversario con el fin de asfixiarlo por gases, producir tormentas de fuego que abrasen el aire y su entorno o saturar la atmósfera de radiaciones. N. S. D.