Vías Concurrentes Para la Protección de los Derechos Humanos Perspectivas Españolas y Europeas

El proceso de afirmación de los derechos humanos ha conocido en el Derecho español un impuso imparable que, partiendo de manifiestas carencias e insuficiencias, ha conducido a una situación de amplio reconocimiento y de consagración de garantías incuestionables. El presente libro analiza tan apasionante proceso, contando con que la abundancia de instrumentos obtenidos, en la que han confluido diferentes metodologías e impulsos, ha dado lugar a una realidad compleja y difícil para los aperadores jurídicos, dada la cuantía y entidad de normas que van a superponerse. En efecto, en un mundo de crecientes relaciones como el nuestro -el llamado fenómeno de "la interconexión de ordenamientos jurídicos", que ha estudiado el profesor Martín-Retortillo en un anterior Cuaderno Civitas-, se entrelazan y superponen las fórmulas originarias del Derecho español con las del Derecho comunitario -creciente y en plena expansión-, así como también con las propias del sistema del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Lo que hará que hoy cualquier Juez o Tribunal, de cualquiera de los órdenes jurisdiccionales -sea civil, penal, administrativo, laboral o militar-, que tenga que enfrentarse con un problema de derechos humanos -y lo que se dice de los jueces vale para cualquier persona que tenga que abordar tal problemática: fiscales o abogados, autoridades o funcionarios y, por supuesto, estudiosos y aficionados-, deberán añadir a los esfuerzos tradicionales referentes al conocimiento y aplicación del Derecho, una triple labor adicional: comenzar verificando en cada caso la constitucionalidad de la solución a aplicar (con especial atención a la doctrina del Tribunal Constitucional), constatar luego si el Derecho español seleccionado resulta compatible con el Derecho comunitario (cuyo garante último es el Tribunal de Luxemburgo) y ello se apruebe o no en breve el proyecto de nueva Constitución Europea, pero también, sin falta, asegurar que se está en la línea marcada por el Convenio Europeo de Derechos Humanos, tal y como viene siendo interpretado por la jurisprudencia -evolutiva y creciente- del Tribunal de Estrasburgo. Complejo sistema, con el posible entrecruzamiento entre Tribunales, incluso, que exige reflexión y estudio pero también formación y preparación adicional, para intentar dominar las claves que rigen campo tan importante como trascendental.